¿Qué es eso de regulación de emociones?
La adolescencia es una etapa de muchísimos cambios, tanto físicos como mentales. Muchas veces dentro de nosotros tenemos un torbellino de emociones que no nos permite tener una perspectiva clara de lo que sucede en nuestras vidas, por lo que terminamos respondiéndole de mala manera a aquellos que nos quieren ayudar, o no logramos encontrar una solución.
Afortunadamente, hay algo que puede ayudar a desenredar esa bolita de emociones:
La regulación de las emociones
Primero que nada, siempre hay que tener en cuenta que todas las emociones tienen una función, el enojo, el miedo, la tristeza, la felicidad, cada una de estas tiene un por qué y para qué.
Ahora sí, te voy a contar que es eso de regulación, esto se trata de analizarnos a nosotros mismos para identificar las emociones que acontecen en el momento, así como cuánto duraron y qué tanto estaban presentes para asimilarlas de la mejor manera.
Por ejemplo, estás enojado porque no te devolvieron tu pluma favorita, te das un momento para pasar por la emoción, cuando ya estás más tranquilo, te das cuenta de que en 10 minutos lograste calmarte y tu nivel de enojo paso de mucho a poco, ahora podrás buscar una solución para recuperar tu pluma.
Ya tienes una mejor idea de esto, ¿no? Bueno, ahora te queremos comentar algunos aspectos que influyen en todo este rollo.
- La causa de las emociones. Como ya te había comentado, todas las emociones tienen una razón, por eso es importante identificarla, es necesario saber la raíz de esta para poder regularla.
- El entorno en el que te encuentras. Muchas veces el lugar y la ocasión nos facilitan regular nuestras emociones, pero no siempre es así. No olvides que a veces será más difícil mantener la calma.
- Congruencia entre tus acciones y pensamientos. Esto quiere decir, que una vez llegues a tus soluciones o pasos a seguir, lo realices, y que no se quede solo como una idea o que hagas todo lo contrario.
- Las emociones que generan malestar se pueden prevenir. Recuerda este punto clave; conforme ganamos experiencias reconocemos con mayor facilidad aquello que nos saca de onda y comenzamos a generar un "plan de acción" ante ello. Así, la próxima vez que te roben tu pluma ya sabrás qué hacer.
- Tener una perspectiva real de lo que sucede. No exageres las cosas, y tampoco pases por alto lo que no debes; imagina que tienes un rasponcito en la rodilla y lo curas como si fuera una cortada profunda, simplemente estarás gastando recursos y energía.
- Hay ciertas cosas que no podemos controlar. Este es tu mantra; no todo está en nuestras manos, y a veces es difícil aceptarlo. Igual que lo anterior, solo gastarás energía ye estresarás de más.